Nuestro sitio web utiliza cookies técnicas o cookie de otros sitios para almacenar datos de comportamiento del Usuario con fines estadísticos. Si deseas obtener más información o negar el consentimiento por todas o algunas cookies, haga clic aquí. Si accedes a cualquier elemento bajo este banner, aceptas el uso de las cookie. | close |
Hay pequeñas cocinas sumergidas en el tiempo, así como enormes cocinas abiertas que se convierten en el centro de la casa. Por lo tanto, es imposible dar una respuesta única a esta pregunta, ya que depende de las dimensiones del espacio, de sí hay o no mesa o isla, y de muchas otras variables... Sin embargo, hay algunos puntos fijos que hay que tener en cuenta porque equivocarse iluminándola es más fácil de lo que se piensa.
La lámpara de araña y todos los demás puntos de luz, como focos o las lámparas de mesa, deben colocarse de forma que iluminen todos los puntos clave de la cocina: el pozuelo, el mesón de preparación de alimentos, la estufa, y la mesa de desayuno o de comedor. Cada uno de ellos debe tener un punto de luz dedicado. Piensa en lo importante que es ver lo mejor posible mientras lees una receta, cortas verduras o compruebas la cocción de un alimento mientras preparas una cena romántica o decoras una torta de cumpleaños.
Teniendo en cuenta que la lámpara de araña será la principal fuente de luz de la cocina, el lugar ideal para colocarla es encima de la mesa o en la isla, convirtiéndola en el punto focal del espacio. Imagina una cena familiar con la mesa puesta y los niños riendo, o un aperitivo de pie, con todos tus amigos reunidos alrededor de una isla brindando con copas. En estos casos (y en todos los demás que se te ocurran) puedes pensar en soluciones con luz amplia y difusa, cómodas desde el punto de vista visual, relajantes, y realmente muy acogedoras.
La solución más clásica es la iluminación técnica debajo de la alacena, que ya está presente en muchas cocinas. Pero si el modelo que has elegido no tiene este tipo de iluminación incorporada, o si quieres algo más original, puedes optar por los bombillos, que se pueden personalizar para adaptarlos al estilo de tu casa. Pero ten cuidado con el lugar donde los instalas: evita crear sombras y reflejos en los objetos. Por esta razón, es mejor colocar las fuentes de luz centradas en la mesón, con el haz de luz proyectado perpendicularmente y centrado en la superficie de la estantería.
La cantidad perfecta de luz es la que mejor ilumina la zona en cuestión: poca cansará los ojos, pero demasiada también los molestará. La elección dependerá del tipo de cocina que hayas elegido, de sus colores y de la iluminación natural del ambiente. Lo más importante es que haya luz en los lugares adecuados, sin exagerar: 4-5 vatios dirigidos donde se necesitan, en algunos casos, es mejor que 20 vatios difusos.
Y no olvides que muchas lámparas de cocina y lámparas de araña ofrecen la posibilidad de regular la intensidad de la luz: atenuando la luz puedes conseguir el nivel perfecto de brillo en cualquier momento. Esto se debe a que es posible que prepares los platos a mediodía en un luminoso día de verano, o que los calientes en mitad de la noche (en cuyo caso es posible que necesites ver las cosas con la luz adecuada).
En general, las bombillas cálidas causan menos fatiga ocular porque producen menos rayos UV que las bombillas frías. Y en particular, mientras cocinamos, las luces deben ser lo más neutras posible para evitar que se altere el color de los platos. Por lo tanto, las fuentes de luz de 2700 a 3000 Kelvin son ideales.
La creatividad en la cocina no tiene límites. Y no, no estamos hablando de platos perfectamente elaborados y combinaciones gastronómicas, sino de estilos de mobiliario y diseño de luces. Si estás pensando en qué lámpara poner en tu cocina, es mejor que tengas en cuenta que hay materiales que tienden a absorber más grasa y olores, propios de la preparación de alimentos y de la cocina, así como materiales más fáciles de limpiar que otros. Así que si a las pantallas de metal o materiales pintados, y mucho cuidado sí eliges materiales más difíciles de limpiar como las telas.
Si los espacios están cerca unos de otros, es mejor utilizar las mismas lámparas colgantes o lámparas de araña a juego. Si no se armoniza el tipo de iluminación, se corre el riesgo de que el estilo de la habitación sea caótico y poco uniforme. Lo mismo ocurre con el resto de los muebles y el equipamiento.
Uno de los errores más frecuentes al elegir la iluminación de la cocina es subestimar el número de puntos de luz. La gente suele pensar que una sola bombilla potente es suficiente para iluminar el mesón, cuando es mucho mejor optar por más puntos de luz. Pero también hemos entendido que una lámpara de araña creada por uno mismo demasiado cerca de los muebles altos, ¡no deja abrir los cajones! Así que, sí a las opciones de diseño, pero en caso de duda, lo mejor es preguntar a un profesional (incluso a uno de los nuestros, que puedes encontrar aquí).
…una cocina moderna
Líneas sencillas y limpias y colores neutros. Aquí tienes algunas sugerencias de iluminación minimalista.
…una cocina shabby chic
Todos los tonos pastel, o blanco y beige, con líneas suaves. .
…una cocina nórdica y escandinava
Líneas limpias y minimalistas, diseño sencillo y muy funcional. ¿Color? Blanco o beige.
…una cocina colorida
¿Amas el color y los toques pop en las lámparas? Aquí tienes algunas ideas de ese estilo.
…una cocina étnica y Boho chic
Sugerencias hippies y setenteras, referencias a la naturaleza y a tierras exóticas.
…una cocina industrial
Hierro, revestimiento bruto, ladrillo a vista para un estilo rompedor.
…una cocina clásica y tradicional
Madera maciza con haladeras de cerámica, puertas enmarcadas en colores cálidos.